viernes, 26 de agosto de 2011

Charles Milles Manson, el asesino del movimiento hippie



9 de agosto de 1969. Dos años después del verano del amor, una semana antes del festival de Woodstock. La criada de Roman Polanski llega a trabajar a las nueve de la mañana y encuentra cinco cadáveres. Cuatro amigos de la familia y la segunda esposa del director, la actriz Shanon Tate, embarazada de ocho meses. La matanza había sido llevada a cabo por cuatro seguidores de Charles Manson a los que él mismo había encomendado la misión. La tragedia marcaba el final de la época, la del movimiento hippie, en la que la revolución llegó a parecer posible.
Charles Milles Manson había nacido el 12 de noviembre de 1934 en Cincinnati, Ohio (EE.UU). Durante su infancia y adolescencia desarrolló toda una carrera de delitos, que iban desde el atraco a mano armada hasta el robo de coches o el proxenetismo. Fugas de prisión y traslados se sucedieron constantemente. Fue precisamente en la cárcel donde comenzó su particular teoría religiosa del Apocalipsis. Conceptos de filosofía oriental, esoterismo, citas de la Biblia, drogas y canciones de los Beatles nutrirían su profecía sobre una guerra civil entre negros y blancos que ganarían los primeros. Manson se trasladó a San Francisco tras ser liberado en 1967 y reunió a un grupo de seguidores en lo que llamó "La Familia". Poco después, todos se trasladarían a Los Ángeles.
Manson llegó a publicar dos álbumes: Lie, con el objetivo de financiar su defensa ante los tribunales, y el más conocido Helter Skelter, una reinterpretación del Álbum Blanco de los Beatles en el que vaticinaba su Apocalipsis racial.
Charles Manson fue introducido en Hollywood de la mano del batería de los Beach Boys, Denis Wilson, que llegó a ser colaborador cercano de La Familia. Llegó a pasearse por las mansiones de estrellas del cine y la música de Los Ángeles en una época en la que el ácido y el desenfreno envolvían el nacimiento de la contracultura, el movimiento hippie, y lo que luego fue llamado el Nuevo Hollywood. Como bien sintetiza Peter Biskind en su ensayo Moteros tranquilos, toros salvajes, en aquel momento, Easy rider, icono de la contracultura, llevaba un mes en cartel y la psicodelia comenzaba a agonizar.
Quizá el inminente estreno de La Semilla del diablo, dirigida por Polanski, que levantó un gran revuelo entre grupos de esotéricos de la época, quizá venganza o mero azar. Los motivos son todavía centro de especulaciones y teorías. El caso es que los cuatro miembros de La Familia señalados la noche antes por Manson entraron en la mansión de los Polanski en el 10.050 de Cielo Drive. Charles Watson, Patricia Krenwinkel, Susan Atkins y Linda Kasabian dispararon a Steen Parent cuando salía y, una vez dentro, asesinaron a la embarazada Shanon Tate previa tortura, asestándole 16 puñaladas, dejándola desangrarse y colgándola después del techo junto al peluquero Jay Sebring. El resto de cuerpos fueron encontrados en los jardines. En el exterior de la puerta principal, con la sangre de Tate, dejaron escrita la palabra "pig" (cerdo).
La noche siguiente, el propio Manson entró en la casa del empresario Leno LaBianca, donde poco más tarde otros tres miembros de La Familia asesinaron a LaBianca y a su pareja.

El fin de una época

El mundo de la contracultura en un primer momento se pensó que Manson no era más que un pobre hippie elegido como cabeza de turco, pero pronto acabó asumiendo que se trataba de una auténtica aberración favorecida por aquel "verano del amor". Manson sirvió además como ejemplo de los perjuicios de aquella época de excesos y libertad para el resto de Estados Unidos, que comenzaría su camino hacia la rectitud, la moderación que cristalizaría en la era Reagan, ya en los años 80.
Mientras, el suceso supuso el comienzo de una especie de maldición para Roman Polanski, una caída libre que le llevó a tener que exiliarse de tierras norteamericanas antes de ser juzgado por un caso de violación a una menor. Por su parte, Manson, aunque no estuvo presente en los asesinatos, fue condenado a pena de muerte. La pena sería conmutada por cadena perpetua. Hasta hoy, ha estadoconcediendo entrevistas a medios de comunicación de todo el planeta. La devoción que la cultura norteamericana siente por los psycho-killers ha llevado, por ejemplo, a Marilin Manson a heredar su apellido, o a Axl Rose a interpretar una de sus canciones con su grupo Guns & Roses.

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