CIUDAD DE MÉXICO, México. Ago. 3, 2011.- La fortaleza de Pumas, justo en el ombligo de su juventud, es la experiencia y la garra de Juan Francisco Palencia. Él ha mostrado el camino la noche del miércoles y ha sido un buen maestro.
Universidad no dejó de luchar, aunque ya no estaba Paco en el campo, y cuando se imaginaba un empate, Eduardo Herrera, con un sólido cabezazo, desdibujó el escenario.
Pumas tiene dinámica en los pocos años de sus hombres sobre el campo, esta noche debutó Raúl Servín el sexto canterado en lo que va de la campaña, pero su extra está en los kilómetros de los botines de Palencia.
Rayados saltó con precaución en CU y sólo se movió lo indispensable, cuidándose, posiblemente, de la altura de la Ciudad de México, sin embargo cuando su físico no le alcanza tiene a Humberto Suazo para lo que se ofrezca.
El chileno fue la contracara de Palencia. Su juego es el cerebro de Rayados, pura creación, busca los espacios y cuando los encuentra es letal como katana en manos de samurai.
En esa lógica se desenvolvió el juego: en la dependencia emocional y futbolística del 17 de los de azul y oro, y el 26 de los Rayados. Imponiendo ambos el estilo de sus equipos.
En esa estructura y lógica, Palencia peleó y ganó un balón a dos defensas Rayados en una misión que se antojaba algo más que imposible, su servicio fue justo a la llegada de Velarde que, una vez más, de "palomita" anotó a los 26 minutos.
Del otro lado, Suazo iba advirtiendo de su talento y de sus posibilidades con tiros y balones a los espacios, hasta que a los 30', pegó al esférico, entre tres universitarios, con la parte externa del botín y dejó solo a Cardozo que definió con pulcritud.
Cardozo y Ayoví, ya en la segunda parte, tuvieron chances inmejorables. Bravo tuvo la suya y Herrera ganó dos balones en tiros de esquina de cabeza a manera de advertencia.
Universidad anuló a Suazo, pero Rayados no hizo lo mismo con Palencia que se coló cuanto quiso por la banda derecha, gritó y ordenó en todo momento a sus compañeros. Paco salió del campo a los 75 minutos entre aplausos, pero lo dejó con inercia, luchando, girando sobre sí mismo.
Y a los 91', Herrera por tercera ocasión se levantó en el área, midió el balón y sin brincar remató de cabeza al contrapie de Ibarra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario